Todos los caminos (II)

| Etiquetas: , | Posted On 29 de marzo de 2010

Recostado sobre mi cama, la de verdad, la española; escribo esta entrada mientras el sol de las seis de la tarde, ése que en Bolonia despedimos a las cinco, se cuela por las rendijas de la persiana.
En unos días, comienzan las vacaciones de Pascua, pero desde ¡Vaya Plan es Bolonia! todavía nos quedan muchas cosas por contar. Y ahora es mi turno, porque entre los trabajos, las prácticas y el examen final de mi última asignatura en la UniBo, me ha sido imposible.
Si en la anterior entrada os quedasteis en Roma paseando con nosotros bajo la Capilla Sixtina y la Galleria Borghese, y os enseñamos lo que dieron de sí nuestras primeras 48 horas en la capital italiana, ahora sólo puedo decir unas cuantas cosas más: Coliseo + Foros Imperiales + Trastevere + Subida a la cúpula de San Pedro = Viaje increíble.

El tercer día en Roma lo cogimos con ganas. Para desayunar y coger fuerzas para la intensa jornada que nos esperaba… Capuccino y cruasán: 1,50€ (en otros sitios 2,50€ por lo mismo). Tras llenar el estómago tomamos la línea B (azul) y llegamos hasta el Coliseo. La gran mole de piedra del siglo I se alzaba soberbia ante nuestras miradas expectantes y las de un grupo de orientales que la fotografiaban. Entrar al Coliseo cuesta 8€ y si compras audioguía el precio final serán 12,50€. Aunque el audioguía es accesorio, la entrada íntegra al anfiteatro es una cita obligatoria (además incluye el pase a la parte de los Foros que no es gratuita). En nuestra opinión, por mucho que os cuenten que está todo en ruinas y se ve tal cual en las fotos, merece la pena entrar. Recrearte por un momento en el siglo III en una de esas gradas con el sol bañando los velarios, la gente jaleando y el emperador preparando el pulgar para sentenciar, es una sensación que sólo puedes disfrutar pisando el suelo del Coliseo.

Después de pasar más de hora y media escuchando gestas de gladiadores y paseando entre arcos con más de 2.000 años de historia, encaminamos el rumbo hasta los Foros Imperiales, que repito entran en los 8€ de la entrada, y no están nada mal (Templo de Vesta, de Saturno, la Via Sacra, el Arco de Tito...). Y cuando parecía que ya no podíamos andar más nos fuimos hasta la otra punta de la ciudad a comer. (¡Importante!: Aprovechar las ofertas de menús a 10€ en restaurantes que no están nada mal).

Y si hay un barrio donde comer en Roma es un auténtico placer, ése es el Trastevere, que debe su nombre a su situación geográfica Tras-Tevere (Detrás del Tíber). ¡Qué listos estos romanos! Aunque es un placer para el estómago, no lo es tanto para el bolsillo. Los mejores restaurantes de la ciudad se concentran en este barrio de película que se desmarca estilísticamente de la otra parte de Roma. Callejuelas, calles adoquinadas, el olor a pizza caliente procedente de las trattorie... Cenar bien en Trastevere puede costar alrededor de 20€ por cabeza, mínimo. Pero nosotros siendo estudiantes, y reservando el dinero para las entradas de museos y demás; degustamos la “famosa” pizza al corte romana. A lo que he de añadir que nos llevamos una gran decepción porque en Roma se venden por peso y no por porciones como en Bolonia, por lo que un minúsculo pedazo de 10x10 cm te cuesta perfectamente 5€ (con sus céntimos respectivos) sin paliativos.

Nuestra conclusión es que Roma tendrá el Arte, pero Bolonia tiene la Cocina. Sin duda alguna, en Bolonia se come mil veces mejor que en Roma… y si no ¿qué hacen los romanos “copiando” en sus pizarras de restaurante ‘Spaghetti alla bolognese’?

Y en nuestro último día en la capital no podíamos marcharnos sin subir a la cúpula de la basílica de San Pietro. 5€ más que se iban de la cartera pero que nos regalan una espléndida panorámica de la ciudad italiana en una mañana de sol radiante.

Además, tampoco eludimos la visita a uno de los mercadillos más famosos de Europa: Porta Portese. Al más puro estilo maruja, nos dimos una vuelta por este lugar, que poco tiene que enviar al mercadillo de Campoamor, en Alicante o al de la plaza Barcelona, en Elche. Mercadilleando un rato encontramos la esencia de los romanos del siglo XIX regateando a los pakistaníes y cuando el estómago nos avisó de nuevo nos marchamos hacia la zona vaticana, por la que paseamos y seguimos haciendo fotos hasta última hora de la tarde, cuando salía nuestro tren.

Cosas que vimos súbitamente el último día: El templete de Bramante, la sede de la Real Academia de España, la iglesia de San Paolo fuori le mura… todo ello sobre una de las siete colinas que circundan la ciudad.

Cosas que se quedaron en el tintero: Ara Pacis, Santa Maria in Trastevere y Santa Cecilia in Trastevere y Museo Capitolino.



¡Un saludo SPQR!

Rubén

Comments:

There are 0 comentarios for Todos los caminos (II)

Publicar un comentario