Por eso, la UniBo (Università di Bologna) no tiene un campus definido, sino que las más de veinte facultades que la componen se distribuyen por toda la ciudad. Casi todas ellas, en concreto, por toda la Via Zamboni. Esa misma vida fue la que nosotros recorrimos en nuestro primer día de clase (sorteando una manifestación y todo) para acudir al nº 38, donde nos esperaba un gran cartel de “Benvenuti a la Facoltà di Lettere e Filosofia”.
El aula que albergaba a todos los estudiantes Erasmus y demás programas de movilidad, era inmensa. La foto la hice un poco a hurtadillas, porque no era plan de llamar la atención el primer día. Allí nos explicaron cómo funciona la página web de la UniBo, y cómo debíamos de registrarnos con nuestro username y password para poder acceder a nuestro portal y así inscribirnos en los exámenes que queramos. Y es que aquí no te matriculas en septiembre de las asignaturas que quieres, sino de los exámenes que quieres hacer; y lo puedes hacer durante todo el año online… no como en otras universidades… ejem ejem.
Para completar nuestro día universitario fuimos a comer a la “mensa”, es decir, a un comedor para estudiantes, donde con nuestro carné de la Alma Mater hacen un descuento que merece la pena (para los futuros Erasmus, la mensa se encuentra enfrente de la Bussola, en Piazza Puntoni). Pero no pudimos disfrutar tranquilamente de la comida –ni dormir plácidamente la siesta- porque a las 16h teníamos la “lezioni inaugurale” con Umberto Eco. Y era en la otra punta de la ciudad.
Nuestro Atzavares boloñés se llama Azzo Gardino, que es el nombre de la calle donde se encuentra “il Dipartimento de Scienze de la Comunicazione”. Nosotros tuvimos suerte y conseguimos los dos últimos huecos en la bancada porque el aula A estaba a rebosar. Allí no sólo había una marabunta de nuevos y veteranos estudiantes, sino bastantes fotógrafos, todos ellos (y nosotros) esperando a Umberto Eco.
“Il professore” comenzó pidiendo “un minuto de silencio por la universidad italiana”, ya que considera que el nuevo plan de estudios (lo que nosotros llamamos el Plan Bolonia) sólo servirá para menospreciar a los estudiantes, ya que “no se puede otorgar los créditos por las horas de estudio sino por la complejidad de las asignaturas”. La charla se alargó por más de una hora, por lo que más de uno desconectaba de vez en cuando.
Umberto Eco nos arengó a mantener vivo el espíritu del Alma Mater, el mismo con el que fue fundada, en el que los estudiantes eran los verdaderos propietarios de la institución. “Hacer siempre más de lo que os pidan, si os mandan un trabajo de 100 páginas, vosotros hacedlo de 300; si en el examen os dicen que entran estos diez libros, vosotros leeros veinte y escribirlo todo en el folio”.
Nos dejó bien claro que nuestra meta no es ser “laureati” (licenciados) y conseguir el título de periodismo, ya que en realidad eso es sólo el principio; que el día de nuestra graduación será “il giorno del inizio”, el día que nos enfrentemos al mundo laboral. Desde luego que fue todo un lujo tener a tal ilustre escritor como profesor para nuestra primera clase.
Ahora queda ver cómo será el resto.
Czesc! ¿Cómo va todo por Italia chicos atzavareños? Se os ve genial. Desde Polonia os podemos decir que también van las cosas muy bien y mejorando. Nos hacemos seguidoras de vuestro blog. Nos leemos en próximas entradas.
Do Widzenia! Un abrazo, Neus y Almu :)
Ey!! Me ha sorpredido el título de vuestro blog,cómo engaña, jaja! Pensaba que iba a tratar otros temas, peo aún así está muy bien.
Bueno "zagalicos", seguid disfrutando por Bolonia y aprovechad para enriqueceos con ese tipo de cosas a las que no tendremos acceso mientras estemos en la UMH, como por ejemplo una charla de Umberto Eco.
Lo dicho.
Que vaya todo genial!
un abrazo...
Ana (la MurZi)